El análisis detallado del ecosistema del emprendimiento en el ámbito de la Ciberseguridad arroja las siguientes conclusiones:
Actualmente el ecosistema español en el sector de la Ciberseguridad es un nicho emergente y en crecimiento, con grandes oportunidades de crecimiento y desarrollo, pero aún con mucho trabajo por hacer a la hora de generar oportunidades de emprendimiento, empleo y networking. Un punto importante a destacar es el carácter global de la ciberseguridad, en el sentido de que tanto las PYMEs, en menor cantidad, como las grandes empresas tienen preocupación en este aspecto, desembocando en que, en última instancia, toda empresa debe ser cibersegura, aún no dedicándose en exclusividad a este sector.
Aunque se está avanzando en este sentido gracias al trabajo de hubs como CIBER-SHUBE e instituciones como INCIBE, se considera que el ecosistema en el sector de la Ciberseguridad no está cohesionado. Las principales barreras a las que se enfrenta el ecosistema en este sentido son las diferencias en función de la especialización y la aún dificultad del acceso a los recursos.
Existen diversas opiniones sobre la relevancia de dicho sector en el ecosistema español, pero sí se suele asociar su relevancia más al factor estratégico explicado anteriormente, con el cual todo negocio debe ser ciberseguro, que al peso y valor de las empresas especializadas en este sector. Un punto interesante a tener en cuenta es que, actualmente, la Ciberseguridad es vista desde una perspectiva reaccionaria, y no preventiva, invirtiéndose en ella cuando se detecta un incidente.
Existen multitud de campos de aplicación para la Ciberseguridad, como son la banca, la seguridad en la nube, redes y datos, o la salud. Entre las tecnologías, destacan la inteligencia artificial, el big data y el blockchain.
Existen numerosas dificultades para las startups de este sector, destacando entre ellas la financiación limitada, la excesiva burocracia, la alta competencia y la escasez de talento especializado. Otros aspectos a los que se enfrentan son la falta de información y la dificultad de vender un producto o idea cibersegura. Como posibles soluciones se proponen la creación de más observatorios, como CIBER-SHUBE, o la creación de un mercado en el ámbito de la implantación de la ciberseguridad en las empresas españolas.
Existen multitud de ayudas e iniciativas que fomentan el emprendimiento, innovación e inversión en el sector de la Ciberseguridad. A nivel nacional destacan numerosas actividades de INCIBE, como Incibe Emprende, Ciberemprende, Ciberinnova, CIBER-SHUBE, CIBER OLÉ y sus distintos bootcamps, Clúster de Ciberseguridad de Madrid (CyberMadrid), Redes Territoriales de Especialización Tecnológica (RETECH), el programa Confía, las actividades dentro de ‘Talento Hacker’ o el Laboratorio de Ciberseguridad, . También hay otras acciones como el Kit Digital o programas regionales como Invest In Cities o Marbella Digital. A nivel internacional destacan los programas Horizon 2020, Digital Europe Programme y el European Cybersecurity Organisation (ECSO). Sin embargo, su conocimiento es aún algo “de nicho” y hay bastante desconocimiento en este aspecto.
Al igual que en otros sectores, los emprendedores encuentran dificultades a la hora de iniciar y ampliar su negocio, especialmente en esta última. Se indica que el acceso a venture capital, incubadoras y aceleradoras facilita estos inicios, pero estos accesos siguen siendo igualmente complicados. Otro punto es el conocimiento técnico en ciberseguridad, que es muy específico y exige estar reciclándose constantemente. Por último, la capacidad de establecer colaboraciones y acuerdos con empresas del sector e instituciones es una tarea que muestra sus frutos a largo plazo, por lo que las startups tienen que invertir importantes recursos desde sus inicios y, no siempre es una situación sostenible por la limitación de tiempo y personal que las caracteriza. debería haber mayor seguimiento y financiación a demanda.
Existen numerosas tendencias que marcarán el futuro y desarrollo de la Ciberseguridad. Entre ellas destacan la inteligencia artificial, el blockchain, el machine learning, la seguridad en phishing y temas financieros, la automatización de procesos, los sistemas de información interempresariales, la computación cuántica, la ciberdefensa, la descentralización, la divulgación y la “destecnificación” de la ciberseguridad.
Existen diferencias a nivel autonómico en cuanto a la influencia del sector de la Ciberseguridad a la hora de crear empleo. Destacan en concreto la Comunidad de Madrid, Extremadura (especialmente en Badajoz) y Andalucía (con gran foco en Málaga). Destacan que aquellas comunidades que exijan más regulación en esta materia serán las que más empleo lograrán crear en este campo.
El potencial de las startups españolas en el sector de la Ciberseguridad a la hora de internacionalizar su actividad, siendo sus principales ventajas competitivas el auge del sector en todos los países, los precios competitivos que ofrece España en comparación con el resto de países europeos y la facilidad de costes al ser negocios que pueden funcionar sin una infraestructura física. Sin embargo, los desafíos a superar son el apoyo y fomento por parte de las administraciones para evitar el “quedarse atrás” respecto al resto de los países y la dificultad de competir con las startups y tecnologías que se están desarrollando actualmente en Estados Unidos.